La Moxibustión

El término moxibustión deriva de la palabra japonesa mogusa, que significa hierba de quemar. La moxibustión es pues un método terapéutico que consiste en utilizar un material combustible, Artemisa, para quemarlo sobre puntos del cuerpo, directa o indirectamente con el fin de remediar un estado patológico.

La Artemisa es el único cuerpo combustible sin llama capaz de alcanzar una temperatura de 670º C, temperatura óptica, que hace del cuerpo incandescente un emisor de infrarrojos de una cualidad muy particular, muy estimulante y de corta longitud de onda (estudio realizado por La-Vier). 

Historia de la moxibustión

Al explorar la historia de la moxibustión, nos encontramos con que sus orígenes se remontan a más de 3.000 años atrás en China, y sigue en pie hoy en día formando parte de las medicinas integrativas. Los registros históricos indican que el emperador Huang Di, considerado el padre de la medicina china, ya conocía y practicaba esta técnica en aquel tiempo. La moxibustión también ha sido ampliamente utilizada en otras culturas asiáticas, como Japón y Corea, con sus propias variantes y enfoques.

A lo largo de los siglos, la moxibustión ha evolucionado y se ha refinado, adaptándose a las necesidades de diferentes épocas y culturas. En la medicina tradicional china, se considera que la moxibustión ayuda a regular el flujo de qi, la energía vital, y a equilibrar el yin y el yang en el cuerpo. Esta técnica se ha integrado con éxito en la medicina moderna, siendo utilizada de forma complementaria con otras terapias y tratamientos convencionales.